Por qué el 7 es el número de la buena suerte

El siete es un número que podemos encontrar en muchas culturas a través del orbe, y en todas ellas, esta cifra representa aspectos y hechos importantes para los hombres. Sin embargo, es la palabra santa de la Biblia las que nos da mayores indicios de la relevancia del número siete a través de toda la historia de la humanidad.

Y su presencia es tan precisa y exacta para hechos tan trascendentales, que no se puede negar su valor simbólico ni su revelador significado, más aún cuando éste tiene una particular predilección de origen divino.

siete

La Biblia nos dice que Dios creó el mundo y descansó el sétimo día, pero antes lo santificó. Posteriormente, cuando Dios decide limpiar el mundo de su maldad, le indica a Noe que tome siete parejas de cada especie para preservarlas en el arca; así, el sétimo día después del último aviso divino se produce el gran diluvio. El arca navegó sin rumbo hasta que el sétimo mes reposó en tierra firme. Luego Noé envió la paloma que tardó siete días en volver.

En otro episodio de la historia, cuando Josué intenta atacar Jericó, Dios le indica que siete sacerdotes toquen siete cuernos de carnero, para que al sétimo día den siete vueltas a la ciudad tocando los cuernos. Y así se desplomó la ciudad.

Y así por el estilo, encontraremos al número siete como una constante sagrada para los designios de Dios en la Tierra.

Pero para citar otros ejemplos en otras culturas, al siete lo hallamos por ejemplo en el Hinduísmo a través de las siete ramas del saber, y también se conoce que existen siete centros de peregrinación o siete ciudades sagradas para ellos. Igualmente, los chakras o centros de energía en el cuerpo del ser humano según los hindúes son siete.

Y no sólo ahí los encontramos, sino que también están por doquier y en donde las grandes religiones de las grandes culturas han logrado desarrollar muchas de sus doctrinas y postulados en función a este número.

En el Antiguo Egipto dividían el cielo en siete partes. Luego, la doctrina hermética también se hallaba regida por siete principios; igualmente, los masones y los rosacruces consideran al siete entre sus tradiciones y costumbres.

En realidad, son innumerables las circunstancias en que el número siete aparece en el transcurso del desarrollo de la humanidad y en casi todas ellas surge como un número divino, símbolo de perfección para Dios y para todas las grandes religiones y doctrinas del mundo.

Es por esto, que a través de la historia, el siete se ha ido consolidando como un número que atrae perfección, hechos afortunados y una fortaleza que ningún otro número más ha podido tener.

Fuente: Libros Profundos Spaces Live

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